Seleccionar página

El matcha es uno de las variedades de té verde más populares que gusta tanto por su delicioso sabor como por sus buenas propiedades nutritivas. Su presentación, en polvo, lo hace muy versátil para elaborar bebidas, helados e incluso postres. Un ejemplo perfecto es la receta que os presentamos aquí, una deliciosa gelatina de té matcha muy fácil de preparar y muy refrescante.

Para prepararla, elige un Matcha de buena calidad para conseguir una gelatina de color verde intenso. También puedes utilizar una calidad culinaria, pero la gelatina de té Matcha resultante tendrá menos sabor y un tono más claro y amarillento.

Ingredientes

  •  1 taza de agua y 6 cucharadas más, por separado
  •  700 gr de gelatina sin sabor
  •  3 cucharadas de azúcar (o menos, al gusto)
  •  2 cucharadas de polvo de Matcha premium 
  •  3 cucharadas de leche condensada (opcional)

Preparación de la gelatina de Matcha

  1. En un bol vierte 1 cucharada de polvo de Matcha, agrega 2 cucharadas soperas de agua caliente a unos 90ºC y bate hasta que el té se disuelva.
  2. En un cazo pequeño echa 1 taza de agua, el preparado de Matcha anterior y el azúcar. Calienta esta mezcla sin dejar de batir hasta que esté a punto de hervir (no conviene que llegue hacerlo). Baja el fuego al mínimo y continúa batiendo durante unos 20 minutos.
  3. Vierte la gelatina en polvo en un tazón e incorpora lentamente 1/4 de taza de agua hirviendo, sin dejar de batir hasta que toda la gelatina se disuelva. Cuando esté disuelta por completo, vierte la gelatina en la cacerola del Matcha. Bate unas cuantas veces hasta que todo quede bien mezclado. Apaga el fuego.
  4. Reparte la gelatina a través de un colador de malla fina en 3 moldes individuales o en vasitos. El colador filtrará cualquier grumo de Matcha que pueda quedar. Refrigera la gelatina durante varias horas hasta que esté firme.
  5. Mantén la gelatina en el frigorífico hasta el momento de servir. Si la hiciste en moldes, desmolda justo antes de presentarla. Si la hiciste en vasitos no intentes sacarla de ellos, no lo conseguirás. Para una bonita presentación, vierte una delgada capa de leche condensada sobre ellos (unas 3 cucharadas por vaso) y quedarán deliciosas.